Por Jorge O. Marolla
El Foro
de Davos 2012, reunió a 2700 de los empresarios más ricos del planeta. Los
recibió el fundador y director del Foro, Klaus Schwab, con una declaración que
habría sonado inaudita cuando se inicio hacia principios de siglo:"El capitalismo en su
forma actual, ya no encaja en el mundo. No hemos sabido aprender de las
lecciones de la crisis de 2009.Urge una transformación global y debe comenzar
con la aplicación de un nuevo sentido de responsabilidad social”.
En 2010,
el presidente de uno de los mayores fondos de inversión, frente a la denuncia
de Obama sobre el rol de algunos empresarios en la crisis, habló de una guerra
del Presidente contra los empresarios, comparables a la invasión de Polonia por
Hitler.
En
nuestro país y hace apenas unos días, el presidente de la Unión Industrial Argentina,
comparó al Gobierno de Cristina Kirchner con la Dictadura, ante el tratamiento
legislativo de la Ley de Abastecimiento:(...)El presidente de la Unión Industrial
Argentina (UIA), Héctor Méndez, afirmó hoy que "las grandes empresas
siempre apoyan al poder, así creció (el ex dictador alemán Adolfo)
Hitler", aunque remarcó que "este no es" su caso."Un
gobierno que hace años tiene la mayoría en el Congreso, una tropa que vota
todo, me hace acordar a la obediencia debida durante la dictadura. Si no sale
es porque no hay voluntad política. Yo defiendo los intereses del sector que
más da trabajo", afirmó Méndez. (Clarin.com-iEco- 3/09/2014 14.06h)
The
Economist (28/1/2012) dijo:" Los ejecutivos de los fondos de inversión deben estar
esperanzados en que se guarde sus opiniones para sí mismo porque mala
publicidad es lo ultimo que el sector necesita".
Los
hechos de irresponsabilidad empresarial son reiterados desde que se vislumbra
un cambio en el sistema capitalista desde la crisis norteamericana en el 2009.
En este sentido,
el Presidente del Fondo de Inversión Pinco, Mohamed El-Eiran, declaró a The New
York Times (Kristoff, 27/10/11), simpatizante con el movimiento Ocupa Wall
Street:"El
sistema capitalista tiene que moverse hacia un capitalismo inclusivo, crear mas
empleo y cortar las desigualdades excesivas (...) Ud., no puede tener una buena
casa en un vecindario en rápido deterioro .La credibilidad y el funcionamiento
equitativo del vecindario importa mucho. Sin eso, la integridad del sistema
capitalista se debilitará cada vez mas".
El
conocimiento científico-tecnológico en el mundo entero ha crecido muchísimo en
los últimos años, avances en la industria; comunicaciones; electrónica; genética;
robótica; entre otras, ha dado la posibilidad de dar una vida digna los 7.000
millones de habitantes del planeta.
Sin
embargo, esto no se ha conseguido, hoy mas de 1.000 millones de personas
padecen hambre, 900 millones no gozan de agua potable, 2.600 millones
no poseen instalaciones sanitarias y 1.400 millones no se benefician con
la energía eléctrica.
A
principios de 2013, la OIT, denunció que existe en el mundo 197 millones de
personas desempleadas y otro 39 millones se retiraron de la búsqueda ante la
imposibilidad de conseguir trabajo. De este universo los más afectados son los
jóvenes, con una tasa mundial del 12,6% y en algunos países de la
Europa resplandeciente esos guarismos llegan al 50%.
Esta
situación tiene sus fundamentos. El poder de los grandes grupos económicos ha
crecido descaradamente. El fuerte proceso de concentración ha llevado a que
1.000 empresas poseen la mitad de todas las acciones de los mercados mundiales.
En este
escenario, con el manejo de la tecnología de vanguardia, las decisiones de
estas empresas son centrales para la población, incidiendo en las condiciones
de vida de muchos sectores de la humanidad.
Todo esto
necesita un replanteo urgente. Bernardo Kliksberg[1], afirma:
(...)
el problema no es el Estado sino logra más eficiencia en cada Estado. A Latino
América se le ha hecho muchísimo daño obligándola, desde la década desde
los ochenta y en nombre del federalismo fracasado, a desmontar sus incipientes
administraciones, que pese a sus defectos y corruptelas, eran un principio. Y,
mientras, los países ricos hacían lo contrario engordaban sus estado
y con ello también su prosperidad (...)"[2]
A
contramarcha de la crisis económica desde el 2008, con centro en los EEUU y
Europa, América Latina tiene resultados en dirección opuesta.
Es un
Continente en cambio profundo. Una sociedad civil en creciente articulación,
con nuevos grupos de jóvenes; mujeres; pueblos indígenas; y otros, vienen
reclamando mayores derechos, exigiéndoles a los lideres políticos las reformas económicas
y sociales que mejoren sus vidas.
Mientras
en Europa, amplios sectores de clase media están perdiendo esa condición para convertirse
en nuevos pobres. En América Latina, según informe del Banco Mundial del 2012,
la clase media latinoamericana pasó de 103 millones de personas en el 2003 a 152 millones en el
2009, un aumento del 50%, siendo ahora el 30% de la región.
De
acuerdo a dicho informe los mejores resultados se obtuvieron en Argentina,
Uruguay y Brasil. Indicando que en la Argentina, durante ese período, la clase
media pasó de 9,3 a
18,6 millones de personas.
Sin
embargo, el esfuerzo y los avances que se vienen realizando en el continente
Sudamericano y puntualmente en la República Argentina, por mejorar la
distribución de la riqueza y achicar los altos niveles de desigualdad, son
constantemente atacados por los grupos concentrados de la economía y
financieros, internos y externos al continente.
La
Argentina, entrando ya en un período pre
campaña electoral, lo viene padeciendo en los últimos tiempos.
Desde el
exterior, ante el chantaje de los acreedores que no ingresaron en el canje de
deuda (holdoust =fondos buitrres) mediante el fallo "Griesa",
Juez de un distrito de New York, que resolvió el pago del 100% de su valor
nominal, mas intereses, de los bonos en tenencia de estos fondos de inversión,
comprados a precio vil en el 2008 y que representan parte del 7% que no
ingresaron al canje. El cumplimiento de este fallo, implicaría un enorme
perjuicio financiero al país, por el reclamo que harían los bonistas que
aceptaron la reestructuración, exigiendo las mismas condiciones de pago
que el Estado Argentino les hiciera a estos fondos.
Pero el
fondo de la cuestión no esta solo en eso, sino en marcarle la
"cancha" al resto de los Estados que están en condiciones a
corto plazo de solicitar su reestructuración de deuda soberana. Muchos de estos
países corresponden al continente europeo, como es el caso de Grecia, Portugal
y España. Intentar el fracaso de la negociación hecha por la Argentina en el
2005 y 2010 sobre su deuda soberana, con una aceptación del 97% de acreedores,
es fundamental para que los centros financieros del mundo y organismos
multilaterales de crédito sigan oprimiendo a los pueblos a través de su mayor
endeudamiento.
Lo
logrado por la República Argentina en políticas de desendeudamiento y
ordenamiento de sus compromisos externos, no solo mejora a futuro su
presupuesto fiscal y no condiciona la gestión de los gobiernos que le seguirán
a la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, sino que estas políticas
representan menos ganancia, por comisiones a las entidades fiduciarias y
colocadoras de deuda e intereses que obtienen el poder financiero. Es decir
pierden un negocio que le ha dejado miles de millones de dólares de ganancia
durante todo este tiempo, que sus efectos fueran que el 1% de las familias mas
poderosas acapara el 46% de la riquezas del mundo entero.
Desde
adentro, los grupos mediáticos concentrados; el poder económico ligado a los
sectores agroexportadoras y a la Sociedad Rural Argentina; grupos financieros y
grandes empresas, arremeten con un tono beligerante las políticas del gobierno.
Últimamente,
sectores de la industria y bancarios han rechazado fuertemente a las políticas
anticíclicas gubernamentales, creadas a los fines de intentar aumentar: la
producción en la industria automotriz, mediante el plan Pro.Cre.Auto en virtud
de la disminución de exportaciones a Brasil, principal cliente de este sector;
o el otorgamiento de créditos a tasa de interés subsidiada a empresas
pequeñas y medianas (PyMES) por las entidades bancarias. En ambos casos las
empresas y bancos han restringido la oferta de esos bienes, obstaculizando el
consumo de los mismos.
El
gobierno argentino viene implementando, desde inicio de la crisis mundial de
2008, programas que incrementen el consumo interno para sostener los puestos de
trabajo y la rentabilidad de las empresas.
A pesar
de las opiniones de esos sectores, que tienen como finalidad desalentar a los
ciudadanos, queriendo crear escenarios de incertidumbre, y para que solo se
beneficien las minorías de siempre; hay una realidad que es insoslayable, no
hubo, ni hay crisis. La Argentina, a pesar de los inconvenientes económicos que
surgen por los efectos externos, sigue recuperándose.
No
obstante a los pronósticos tremendistas, el empresariado siguió ganado dinero.
Los mayores ingresos, producto de estas políticas redistributivas, no se han
reflejado en mayores inversiones para mayor producción y abastecer la demanda agregada,
sino que aumentaron los precios ante el mayor consumo, reflejando esta vieja
enfermedad de la transferencia de ingresos para quedarse siempre con la porción
mas grande de los recursos en desmedro de los de sectores medios y bajos de la
sociedad, principalmente la clase trabajadora.
En uno
nota publicada por Sebastian Premici, en el Diario Pagina 12 del 6 de septiembre
pasado, refleja acertadamente esta situación. Las empresas[3] que pertenecen al rubro
alimenticio ya ganaron el 22%, en el primer semestre de este año, mas que toda
su rentabilidad del año pasado; la de los fabricantes de bienes industriales es
del 90% mas y los bancos llegan al 57% de incremento en el período con respecto
a todo el 2013; el consumo masivo (shopings) un 82% (Alto Palermo). El único
sector que tuvo retracción con respecto al año pasado es el de la construcción.
Sin embargo empresas como Ferrum, IRSA, Socotherm Américas, entre otras,
tuvieron en promedio un incremento del 34%; aunque Ferrum, el incremento de su
rentabilidad en el semestre superó al 72% de lo que ganó durante el año
anterior.
La
Presidenta Cristina Fernández de Kirchner dijo días pasados “Cuando uno
mira los números de crecimiento del salario, también sería bueno comenzar a
mirar rentabilidades y veríamos que son muy importantes”
Concluyendo,
el poder de las grandes empresas en la economía ha aumentado aceleradamente.
Hay un fuerte proceso de concentración que ha llevado a que un grupo reducido
de ellas tengan enorme influencia sobre el funcionamiento de los mercados y
economía, produciendo un enorme proceso desigual en la distribución de la
riqueza. Se necesitan cambios profundos, hay un clamor por más ética en el
mundo entero que crece a diario.
Se debe
logra que las sociedades gobiernen a los mercados y no que los mercados
gobiernen a las sociedades.
[1] (1) Lic. en Administración y Contador Público, Lic. en
Sociología, Doctor en Administración, Doctor en Cs. Económicas, profesor, escritor, consultor y asesor argentino,
sobre temas organizacionales y administrativos, sociales y económicos. Nacido
en Buenos Aires, vive actualmente en Nueva York. Sus obras, trabajos, asesorías, e investigaciones, aplican un enfoque
interdisciplinario integrando los aportes de diversas Ciencias Sociales. Considerado
"referente mundial en temas de pobreza", "el Presidente
tendrá la ayuda de Gurú en Responsabilidad Social", "Gurú
mundial de la Responsabilidad Social Empresarial","Gurú en temas de
pobreza", "Defensor incansable de la ética y la reducción de las
desigualdades económicas y sociales", "fundador de una nueva
disciplina, la Gerencia Social. Nadie sabe más que el sobre Responsabilidad
Social Corporativa", con 5 títulos universitarios, Kliksberg es autor
de 56 libros y centenares de trabajos
[2]
Extracción del libro “ÉTICA PARA EMPRESARIOS” de Bernardo Kliksberg Ed. Ética y
Economía
[3] Datos que surgen de los Estados
Contables de las empresas presentadas en la Inspección General de Justicia
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